Salsas de barbacoa BBQ

Las salsas barbacoa son salsas sazonadoras de cuerpo fino a viscoso. Dependiendo del tipo de uso, la consistencia debe ser la adecuada. Lo ideal es que la textura de la salsa combine con la carne, el tofu o las verduras y la preparación. Las salsas barbacoa finas son adecuadas para marinar y pincelar. Las salsas viscosas y espesas son más sabrosas cuando se aplican a alimentos ya cocinados.

La variedad de salsas barbacoa es increíble. De Baltimore a Carolina del Norte y del Sur, al estilo de Texas. Básicamente, podemos distinguir entre salsas de cuerpo fino y contenido ácido y salsas con tomate y cuerpo espeso. Las salsas finas con ácido acético o ácido de frutas son adecuadas para marinar y rociar la carne durante el asado. Las salsas espesas a base de tomate, algunas con un contenido viscoso de melaza, son más adecuadas como aderezos. La melaza es un jarabe de azúcar moreno oscuro que hace que la salsa barbacoa sea tan viscosa que resulte más fácil sacarla del tarro con una cuchara.

Utilizar salsas barbacoa espesas durante la cocción no suele ser lo ideal para los alimentos asados. Una gruesa capa de salsa impide que el humo desprenda su aroma a la carne. ¿No sería una pena que al asar con un buen carbón no pudiéramos degustar el sabor especial de la barbacoa? Hacia el final de la cocción, no hay problema en untar una salsa viscosa. Esto da a las costillas su brillo pegajoso, que no sólo tiene un aspecto apetitoso.

Las salsas barbacoa de EE.UU. varían bastante de un estado a otro. Las salsas de Carolina del Este suelen llevar mucho vinagre y no contienen tomate. Son deliciosos para marinar o recubrir la carne. Las salsas estilo Kansas City son dulces y tienen un gran contenido de tomate. Sabe muy bien con costillas, pollo y, sobre todo, cerdo desmenuzado. Nuestras salsas favoritas suelen proceder de Texas, porque son las más picantes. 

Salsas interesantes para barbacoas y parrillas son las salsas de mostaza de Carolina del Sur. Las introdujeron los colonos alemanes hacia 1800. A partir de 1730, muchos alemanes emigraron a América y cultivaron intensivamente sus concesiones de tierras. Muchos colonos alemanes se asentaron en la ciudad de Lexington (Carolina del Norte) y sus alrededores, que presume de ser la "capital mundial de la barbacoa".

La barbacoa no es ni asar ni ahumar. La barbacoa está exactamente en medio. Al asar, el calor directo de las brasas actúa sobre la carne. Al ahumar, hay mucha distancia entre el calor y sólo el humo cocina los alimentos asados durante varios días. La barbacoa se refiere a la carne de cerdo en el verdadero sentido de la palabra; ni pollo ni ternera. Aunque hay que tomárselo tan a pecho... Sea creativo especialmente usando salsas picantes. 

Los nativos americanos ya hacían barbacoas en el siglo XVI, después de que los conquistadores españoles trajeran el cerdo a América. Los dibujos antiguos muestran un andamio de madera sobre el que se cocinaba la carne.

Hasta 1900, las salsas barbacoa eran caseras. En 1909, la primera salsa que se podía comprar a mayor escala era la de la Georgia Barbecue Sauce Company de Atlanta. La conocida empresa Heinz entró en el negocio de la salsa barbacoa hacia 1940. Con el tiempo, Kraft también entró alrededor de la década de 1960. Mientras que hasta hace poco los grandes dominaban el mercado, ahora tenemos la ventaja de que los pequeños fabricantes vuelven a suministrar las mejores salsas barbacoa, elaboradas con los mejores ingredientes y en parte artesanalmente. Hecho con sus propias manos y no industrialmente.

Las salsas barbacoa ofrecen diferentes sabores y consistencias para todos los gustos y propósitos. Desde salsas finas y ácidas para marinar hasta salsas espesas a base de tomate que pueden utilizarse para refinar la comida a la parrilla. Hay que decir que las salsas barbacoa picantes suelen ser las que mejor saben.

La historia de las salsas barbacoa se remonta desde los nativos americanos hasta los colonos alemanes, que trajeron consigo las salsas de mostaza. Hoy en día, como alternativa a los productos de fabricación industrial, las pequeñas fábricas ofrecen salsas artesanales de gran calidad. A la hora de elegir la salsa barbacoa adecuada, hay que tener en cuenta el sabor, la consistencia y el estilo regional. Esto enriquece y diversifica la experiencia de la barbacoa.